El Gobierno gastará este año más de un millón y medio de pesos en los dos debates presidenciales, pero ese presupuesto se elevaría a los 235 millones de pesos si se llegara a la instancia de ballotage, ya que se debería hacer un tercer encuentro, en el que sólo participarían los dos candidatos que finalmente se disputarán la Presidencia.
La Cámara Nacional Electoral (CNE) decidió que esos fondos sean “ejecutados” por Radio y Televisión Argentina (RTA), una empresa estatal. Los debates también tienen fecha y lugar.
El primero de ellos se realizará el domingo 1 de octubre en un Forum de la capital de Santiago del Estero. A la semana se hará el segundo, el día 8 en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Analistas y especialistas en política y comunicación creen que ambas instancias tendrán un peso de valor cuando el electorado acuda a las elecciones generales.
Si el 22 de octubre ninguno de los candidatos obtiene el 45% de los sufragios o el 40% y una diferencia de 10 puntos con el segundo postulante, habrá una segunda vuelta entre los dos contendientes más votados. Es entonces que se activa el mecanismo para el tercer debate, se realizará el 12 de noviembre en el mismo escenario de la UBA, una semana antes del domingo 19, día que se definirá quien sucederá a Alberto Fernández.
La parte técnica de los encuentros, que serán transmitidos por la Televisión Pública, estará a cargo de la Cámara de Productores Independientes de Televisión (Capit), que ya lo han hecho en ocasiones anteriores y “tienen un alto nivel de profesionalismo”, según explicaron desde la CNE.
El primer debate obligatorio
Los debates presidenciales son obligatorios en Argentina desde la sanción de la ley 27.337 en noviembre de 2016. La norma establece la realización de dos debates con anterioridad a la primera vuelta electoral.
El primero, desde que es obligatorio, se cumplió el 13 de octubre de 2019 en la sede de la Universidad Nacional del Litoral en la ciudad de Santa Fe. Participaron todos los candidatos que superaron las PASO: Alberto Fernández, por el Frente de Todos; Mauricio Macri, por Juntos por el Cambio; Roberto Lavagna, de Consenso Federal 2030; Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda-Unidad; Juan José Gómez Centurión, del Frente NOS, y José Luis Espert, del Frente Despertar.
En aquel debate inaugural los ejes de la discusión fueron: Relaciones internacionales; Economía y finanzas; Derechos humanos, género y diversidad; Educación y salud. Como los representantes de los seis frentes no llegaron a un acuerdo sobre quienes iban a ser los moderadores, la CNE decidieron que fuesen los periodistas María Laura Santillán, Rodolfo Barili, Gisela Vallone y Guillermo Andino.
El segundo debate de esas elecciones se dio el 20 de octubre en la Facultad de Derecho de la UBA. Los moderadores fueron María O’Donnell, Marcelo Bonelli, Mónica Gutiérrez y Claudio Rígoli. Los ejes también fueron cuatro: Seguridad; Empleo, producción e infraestructura; Federalismo, calidad institucional y rol del Estado; Desarrollo social, ambiente y vivienda.
Ambos debates fueron televisados por la Televisión Pública y vía streaming en el canal de YouTube de la CNE. Pero también los reprodujeron los principales canales. El índice de audiencia fue importante en la sumatoria: C5N (8.2), Canal 13 (6.5), América (3.9), TN (3.9), Televisión Pública (2.3), Canal 9 (1.9), Net TV (1.2), Canal 26 (1.2), Crónica TV (1.1), A24 (1.1), CNN en español (0.9), La Nación + (0.8).
Buscan debates "más dinámicos"
Ahora la CNE analiza hacer cambios en los debates presidenciales para que sean “más dinámicos” que los realizados en 2019, y se trabaja en “introducir la posibilidad de repreguntas” a los postulantes.
“La experiencia de haber hecho ya el debate anterior puede mostrar algunas cosas que podemos mejorar y que podamos buscar una mayor interacción. Estamos trabajando en eso. Lo estamos estudiando. Pero vamos a introducir la posibilidad de repreguntas o formas sorpresivas”, adelantó a la agencia oficial de noticias Télam el presidente de la Cámara Nacional Electoral, Alberto Dalla Vía.
También explicó que la idea sobre la que se trabaja es que por ejemplo que "no se sepa por anticipado quién le va a preguntar a quién". De esa manera, “tampoco hay posibilidad de acuerdos entre los equipos de campaña”.
“Esos elementos los vamos a tener en cuenta porque, en definitiva, nos hemos planteado una cosa; ¿el debate para quién es?. ¿Es para los candidatos o para los ciudadanos? Respuesta: Es para los ciudadanos. Ese criterio lo tenemos”, definió.
Para el funcionario, “el debate es un desafío porque es un tema técnico que la ley ha puesto en cabeza de la Cámara Electoral y los tres jueces de la Cámara Electoral somos abogados recibidos en la Facultad de Derecho y tenemos que llevar adelante algo que termina siendo un debate público en un set de televisión”.
Por eso, el tribunal designó a un Consejo Asesor para que los “ayude a proponer temas que le interesan a la sociedad”, que “es muy pluralista porque están representados todos los sectores para llegar a los acuerdos no solo de hacer el debate”.
Dalla Vía recalcó que debatir “es obligatorio, de lo contrario pierden la publicidad oficial y hay que colocar un atril vacío lo cual es una sanción grave frente a la opinión pública que quiere estar informada, que quiere saber qué es lo que se propone”.
También explicó que “tema presupuestario, por supuesto nos preocupa como todo lo que pasa en un país con alta inflación como la Argentina, pero hemos encontrado muy buena disposición del Ministerio del Interior para dotarnos de los recursos presupuestarios que van a estar ejecutados por una empresa del Estado, que es Radio y Televisión Argentina (RTA)”.
Desde la CNE indicaron que en el caso de los dos debates presidenciales (1 de octubre en Santiago del Estero y 8 de octubre en la Facultad de Derecho de la UBA) “la partida presupuestaria es de 164.500.000 pesos. Y en caso de haber segunda vuelta, se hará nuevamente en la Facultad de Derecho el 12 de noviembre y la partida presupuestaria es de 70.500.000 pesos”.
