Enviada especial a Pinamar
En menos de 365 días, la vida de Anita Espósito dio un giro rotundo. Luego de años de destacarse como maquilladora, vestuarista y estilista de grandes figuras decidió dar un paso al frente y tomar un rol protagónico en uno de los programas de streaming más populares.
Fue desde Patria y Familia (Luzu TV) que a sus 38 años se animó a mostrarse de una manera hasta el momento desconocida, y fue muy bien recibida por sus seguidores y espectadores. Tal fue la gran bienvenida a este nuevo mundo que tuvo que pausar momentáneamente algunos de los trabajos en los que se había desempañado en los últimos años. Desde Pinamar, explica que está muy contenta con "esta novedad".
En medio de un excelente momento profesional y personal, Anita desanda el recorrido que la llevó a ser parte de uno de los programas del momento. También cuenta cómo es la relación con su hijo Santino y la red que la sostiene para poder con todo al mismo tiempo.

Así son los días de Anita Espósito en Pinamar mientras realiza la temporada de verano con Luzu TV
—¿Cómo estás viviendo esta temporada en Pinamar con Luzu TV?
—¡Bárbaro! Más allá de la locación la estamos pasando bárbaro. Nos llevamos muy bien en la convivencia. Somos como una familia que, por suerte, se lleva bien.
—¿Te cuesta dejar tus cosas e instalarte en otra ciudad?
—Recontra extraño mi casa porque me encanta estar ahí, pero vengo trabajando hace 3 años haciendo gira los veranos. Yo trabajaba con Abel Pintos y veníamos girando. Es por eso que no me es una situación ajena no estar un verano en mi casa. De hecho lo considero como temporada alta de laburo. Estaba preparada.
—¿En lo familiar también te pudiste acomodar rápidamente?
—Obviamente como soy mamá hay que organizar otras cosas. Tenía que ver qué hacía con las perras, el hijo, las plantas...
—¿Tu hijo vino con vos?
—Mi nene se quedó los primeros días con mi mamá. Quedó al cuidado de la abuela. Después viene una semana y vuelve a Buenos Aires. Él es preadolescente y tiene sus propios planes. Así que se va de viaje a Punta del Este.
—¿Se va con amigos?
—Se va con mi mamá, pero ella se va con amigos que él tiene. Es un plan que hacen hace varios años.
—Y me imagino que la abuela chocha...
—Sí... Ellos tienen una relación re linda. Mi mamá es una persona joven y súper activa. Va y viene para todos lados. También van juntos a jugar al pádel. Ese tipo de actividades las hace mas con ella que conmigo.
—¿Qué momentos comparten ustedes?
—Nosotros somos más de ver peli. Nos gusta estar en casa, cocinar... Me re acompaña. A mí no me gusta cocinar y creo que por su instinto de supervivencia aprendió a hacerlo muy bien.

—¿De dónde fue aprendiendo?
—¡No sé! De verme o de ver a mi mamá que cocina muy bien. A él le gusta meter mano en la cocina...
—¿Son de hablar seguido en los días que no se ven?
—Sí, nos extrañamos pero también hemos tenido siempre una dinámica muy independiente. Hace muchos años que trabajo y la crianza es unilateral. De alguna manera nos vamos acomodando...
—Es una crianza en red...
—Exactamente. Mi mamá me ayuda un montón también mi suegra y mis amigas. No hay problemas. Tenemos una red de contención piola. Me costó más dejar a mi perra que a Santi.
—¿En serio?
—Sí, mi perra es más difícil. Es galgo y le encanta correr. Yo no estaba lista para correr de Pinamar a Mar del Plata. Tenía que estar tranquila porque vine a laburar y necesito estar enfocada en lo que está pasando en Patria y Familia.
Cómo vive sus primeros pasos en el mundo del streaming
—¿Cómo vivís esta nueva faceta tuya en el streaming?
—No sé cómo me siento con el streaming porque particularmente no pienso que estoy en un streaming.
—¿Y qué pensás?
—Me refiero a que ellos son mis amigos y las cosas que contamos es como si fuera una rueda de amigos. Incluso cuando me voy a negro o me pongo de mal humor. Ellos ya saben aguantarme. No sé si hay diferencias entre el streaming y lo real.
—¿En algún momento te acordás que estás al aire y te medís con las palabras?
—Es más lo que me mando que lo que pienso.

—¿Alguna vez te arrepentiste de algo que dijiste al aire?
—No me arrepiento. Soy lo que soy y una no puede andar pidiendo perdón por lo que es. Pienso que alguna situación podría haberla manejado distinto, pero se me salió de esa manera ya está. En todo caso tomaré decisiones en adelante.
—Estás hace menos de un año en Luzu TV, ¿cómo te animaste a dar este paso?
—Me lo propuso un amigo y no había nada para perder. De hecho, había más para ganar que para perder. Era probar y la primera vez salió bien.
—¿Tuviste dudas antes de aceptar este desafío?
—No fui muy consciente. Yo vine a ver qué onda. Tampoco era muy consumidora de stream y no sabía el alcance de lo que era. Si no hubiese tenido ese grado de inconsciencia, hubiese dicho que no. Son cosas que me cuestan hacer. No me es tan fácil mostrarme.
—¿Quiénes te alentaron?
—Mi amigo Fede Popgold. Él me propuso, habló con Nico Occhiato, fue al frente sin ser yo una persona conocida. Se la mandó y salió bien.
—Diste un paso adelante con tu exposición, ¿cómo lo viviste?
—Yo no pude ver esa diferencia. Hice un stream con un amigo y se formó algo copado, pero seguía sosteniendo mi vida de maquilladora y vestuarista. No tengo mucha consciencia de la repercusión. Me cuesta mucho ponerme en ese lugar porque realmente no estoy haciendo un papel. Igual, no me deja de sorprender que alguien se acerque para pedirme una foto. Estoy entendiendo de a poco cómo es el alcance de esto. Respeto mucho el lugar que tengo entendiendo que lo mejor que puedo dar hoy es mi honestidad.

Cómo inició la carrera de estilista y la herencia desconocida de su abuela
—Tenés una gran carrera como maquilladora, estilista y vestuarista, ¿dejaste eso en pausa?
—¡Todo! Dejé de laburar porque no me daban los tiempos para hacer todo. No me podía ir de gira a dos lugares. No podía estar con Abel y estar acá. En un momento se hizo un cuello de botella y tuve que tomar una decisión. Eso no quita que si me llega una propuesta de laburo de vestuario o maquillaje no la haga. Si siento el deseo, lo haré. La parte creativa también es mi pasión.
—¿Cómo iniciaste en la carrera de estilismo?
—De grande me di cuenta que es lo que había hecho toda la vida con mi hermana. Yo la maquillaba y peinaba. Yo soy más grande y ella más chica. Siempre a ella le gustó cantar y bailar.
—¿Te nació naturalmente?
—Inicialmente sí. Después me enteré que mi abuela materna había sido peluquera de Tita Merello. Después entendí que venía de ahí...
—¿Llegaste a conocer a tu abuela?
—No. Falleció cuando nací. Ninguno de nosotros llegó a conocerla. Se ve que el fuego estaba ahí y yo lo fui fogoneando primero como un juego y después empecé a profesionalizarme.
—¿En la adolescencia ya decidiste insertarte en ese mundo?
—Mas o menos. Cuando salí de la secundaria empecé a estudiar diseño de indumentaria. Me gustaba dibujar y me gustaba mucho ver Utilísima para aprender a coser.
—¿Tu mamá también tiene este costado de arte manual?
—Manual cero, pero creativo tiene todo. Ni mi mamá ni mi hermana tienen habilidades manuales. Estudié diseño de indumentaria, dejé y estudié maquillaje. Yo igual había empezado a laburar desde antes de recibirme de cualquier cosa. Agarraba cualquier laburo así me pagaran con lápiz labial.

—¿Con qué trabajos empezaste?
—Empecé con quinceañeras y en un momento con algunas más famosas como Juana Tinelli y un par más. De pasito a pasito empecé. También empecé con la familia Montaner.
—¿No extrañás un poco de ese mundo?
—La respuesta siempre va a ser que sí porque tiene una cuestión creativa re copada que me encanta. Además la gente con la que he laburado me ha dado total libertad para mis propuestas. Esto del stream tiene toda la novedad. Esto es tan intenso que no te da lugar a extrañar tanto. Hace poco fui a un show de Abel Pintos y me generó una cosita... Estaban todos mis compañeros y no sabía dónde ubicarme. Tuve que recordarme que había sido mi decisión no continuar laburando con todo.
—¿Cómo ves tu futuro más cercano?
—Yo creo que siempre quise pensar a futuro y siempre todo me salió mejor cuando quise pensar en presente. Lo que sucede ahora y todo lo que sucedió estando en tiempo presente fue mágico. Quiero planificar en presente y que eso traiga un buen futuro.
Cómo vive el ser "hermana de..." y la importancia de su familia
—Me imagino que estos trabajos se van dando del boca en boca
—Sí, también el ser hermana de Lali me daba otra familiaridad porque nos conocíamos todos desde que éramos pibas. Ella empezó a los 11 y yo tenía 17 y yo ya tengo 38 años. Mucha gente del medio me conocía por ser hermana suya.
—¿Te molesta ser "hermana de..."?
—Cero. De hecho, yo estoy trayendo este tema a colación. No me molesta para nada ser la hermana de Lali, pero sí me interesa tener una voz propia. Lo que hace ella lo hace ella y lo que hago yo, lo hago yo. Cada una se hace cargo. Para mí es un orgullo ser su hermana. Si no fuese mi hermana consumiría su música igual. Me encanta lo que hace como artista más allá de la familiaridad.
—¿Son de llamarse seguido o de consultarse cosas?
—Eso siempre y nunca dejó de ser. Igual, mientras uno se va haciendo más grande no está todo el día monitoreando. También siento que cada uno de los tres hermanos que somos se concentró en la vida personal que tiene. Mi hermano también tiene un hijo, yo tengo un hijo y Lali tiene su vida. Somos re unidos, pero no es que extrañamos no juntarnos un domingo.

—¿Son de arreglar ese tipo de almuerzos familiares?
—Sí, pero no somos invasivos. No son planes que se hacen porque hay que cumplir. Todos tenemos una relación súper cercana.
Fotos: Rocío Bustos.