El campeón del mundo Lisandro Martínez (25) se mostró feliz, con el himno de fondo, luciendo un poncho con la bandera argentina. El video lo subió Marcelo Burlón, un diseñador argentino oriundo de El Bolsón radicado en España, y enseguida empezaron las repercusiones: ¿dónde se consigue?
La ruta no tardó en trazarse: el futbolista lo consiguió a través de la plataforma Hand Matters, quienes ofrecen en Miami una curaduría de productos artesanales y latinoamericanos. Pero la historia que está atrás es aún mucho más grande.
Rua-Chaky es el emprendimiento que los creó en Catamarca, la Capital nacional del poncho. El modelo de la bandera argentina lleva 13 años en el mercado textil y ya se transformó en el emblema de la marca.
"En el 2010, por medio de Emprendedores de Nuestra Tierra nos convocan al festejo del Bicentenario de la Patria, que se realizó en Plaza de Mayo. Dentro de la colección de ponchos que presentamos, se nos ocurrió esta creación del Poncho Bandera para homenajear a dicho acontecimiento, la cual tuvo mucha aceptación", contaron sus creadores sobre el germen de la idea, en la cuenta de Instagram del emprendimiento.
Al igual que sus padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos, Ramón y su familia trabajan en el telar haciendo los ponchos. Prefieren los tintes naturales y se animan a probar con algunos estampados. Cuando Michelle Obama visitó Argentina, recibió una ruana de Rua-Chaky como regalo diplomático del gobierno argentino. También los tiene el Papa Francisco.
Actualmente, los ponchos de la bandera Argentina tardan 60 días en confeccionarse, debido a la alta demanda que existe. Tienen un valor de $85 mil y hacen envíos a todo el país.
Hasta los posteos más viejos se llenaron de comentarios queriendo comprar el poncho que lució el campeón del mundo. A muchos les emocionó la historia detrás, lo artesanal y fino de sus productos, y la calidez de saber que es un emprendimiento familiar.
Sin dudas, el emblema de Rua-Chaky seguirá levantándose alto, con los argentinos desfilando la bandera más linda alrededor de todo el mundo.
