Sus periodistas no usan el clásico saco y corbata; eligen la túnica blanca y un riguroso turbante. Tampoco lucen el típico barba candado de tres días, moda en Occidente; prefieren una barba tupida y renegrida. Nunca califican a Osama bin Laden como terrorista; se refieren a él como jefe del movimiento Al Qaeda. Y jamás se les ocurre hablar de terrorismo islámico. Para ellos la definición correcta es
"aquello que América llama terrorismo".
Pero además, los reporteros de Al Yazira (o algeciras, "la isla", en árabe), la emisora de televisión por satélite con sede en el pequeño emirato de Qatar, recorren orgullosos los pasillos del canal. Porque son conscientes de que lograron desbancar a todas las cadenas norteamericanas, nada menos que del privilegio de televisar la guerra en directo. Desde el comienzo del conflicto, el mundo los identifica como
"la CNN del mundo árabe", y hoy por hoy, se convirtieron en el medio que tiene la exclusividad de las imágenes del multimillonario árabe al que el presidente George Bush le asigna la responsabilidad de las muertes en las Torres Gemelas y en Washington.
"No aceptamos presiones", afirma a GENTE Dima Khabib (30), de origen sirio, una de las editoras de Al Yazira. "Nos identificamos con los países árabes pero no estamos ni con los Estados Unidos ni con Bin Laden. La mayoría de los medios están obligados a callar algunas cosas. Al Yazira surgió como el primer canal con libertad de expresión. No tenemos presión del gobierno, aunque a veces tratan de modificar una noticia. Nos parecemos bastante al periodismo occidental". Desde su despacho en Qatar, Khalib agrega:
"Emitimos casi en el mundo entero y tenemos alrededor de veinte millones de televidentes que confían en nuestra información", explica orgullosa y aclara que por la guerra ya perdió la cuenta de cuántas horas trabaja por día:
"Somos 600 empleados, incluidos los 40 corresponsales de todo el mundo. Todos trabajamos a destajo porque sabemos que ésta es nuestra gran oportunidad. En el conflicto nos limitamos a transmitir tanto lo que sucede en los Estados Unidos como en Afganistán. Eso sí, con la más clara
objetividad".
A partir de la salida de los periodistas occidentales de Kabul, esta cadena televisiva privada vive horas de esplendor. El domingo 7 de octubre tuvo el triste privilegio de retransmitir el discurso en el que Osama bin Laden llamó a la guerra santa a todos los musulmanes y amenazó a los Estados Unidos insistiendo con que ya no volverán a sentirse seguros ni siquiera en su propia tierra. Además, sus dos corresponsales fueron los únicos que pudieron permanecer en territorio talibán. Taysir Alwani, en Kabul, y Mohammad Khayr al Burini, en Kandahar, son los responsables de contarle a todo el planeta lo que allí sucede. En Kabul, Taysir tiene a su disposición una estación de transmisión por satélite y un automóvil. Fue el encargado de mostrar al mundo las escenas del ataque a la embajada estadounidense.
Para desalentar algunos rumores que circularon con fuerza, las autoridades de la emisora aseguran que no negociaron con Al Qaeda la difusión de las imágenes del terrorista. "Como somos los únicos que estamos allí, habrán pensado que debíamos difundir su mensaje", argumenta Khalib a GENTE sin dar más precisiones.
Miguel Braillard y Soledad Ferrari
fotos: Joseph Guillier/Gamma
En una de las salas de edición, los técnicos procesan imágenes exclusivas de Bin Laden que en instantes serán emitidas hacia el mundo entero. Un buen negocio porque Al Yazira cobra 20 mil dólares el minuto de transmisión.
ya no volverán a sentirse seguros". Bin Laden estaba acompañado por Suleiman Abu Ghaith -vocero de Al Qaeda-, Ayman Zawahri -de la Jihad egipcia- y Muhammad Atef, quien sería el principal responsable de los ataques a Nueva York.">
El líder terrorista ante las cámaras de Al Yazira cuando aseguró que los Estados Unidos "ya no volverán a sentirse seguros". Bin Laden estaba acompañado por Suleiman Abu Ghaith -vocero de Al Qaeda-, Ayman Zawahri -de la Jihad egipcia- y Muhammad Atef, quien sería el principal responsable de los ataques a Nueva York.
