A la hora de conducir, la elección de las marchas en tu vehículo desempeña un papel crucial en el rendimiento, el consumo de combustible y la comodidad. A menudo, nos encontramos en situaciones donde debemos decidir si circular en marchas largas o cortas. ¿Pero cuál es la mejor opción?
Cuando te embarcas en un largo viaje por la autopista o necesitas mantener una velocidad constante por encima de los 90-100 km/h, las marchas largas se convierten en grandes aliadas. La razón detrás de esta elección es simple: el ahorro de combustible.
Si mantienes una marcha corta a altas velocidades, el motor trabaja más y el consumo se dispara. En cambio, una marcha larga permite que el motor gire a menos revoluciones, disminuyendo el consumo y el ruido del motor, lo que se traduce en un viaje más cómodo.
Sin embargo, no todo es cuestión de ahorro y comodidad. En ciertas situaciones, como enfrentar suelos resbaladizos o nevados, las marchas cortas toman la delantera. Cuando necesitas un mayor empuje inicial, como al arrancar en una cuesta pronunciada, las marchas cortas proporcionan la potencia necesaria para evitar derrapes y mantener el control del vehículo.
A pesar de las ventajas de las marchas largas, hay situaciones en las que debes evitarlas:
- DESCENSOS PRONUNCIADOS: Si te enfrentas a un descenso empinado, opta por una marcha corta para aprovechar el freno motor y evitar que el coche tome demasiada velocidad.
- CONDUCCIÓN EN CIUDAD: Circular por la ciudad en una marcha larga, especialmente a velocidades inferiores a 50 km/h, puede dañar partes vitales del motor debido al exceso de rozamiento entre las piezas. Esta práctica también puede causar que el coche se cale.
- MANIOBRAS DE ADELANTAMIENTO: Para obtener una aceleración rápida durante adelantamientos, es preferible utilizar una marcha corta, aprovechando el par motor para una mayor potencia.
- LIMPIEZA DEL FILTRO DE PARTÍCULAS: Si conduces un coche diésel durante largos períodos en marchas largas y a bajas revoluciones, puedes acumular hollín en el filtro de partículas. En tales casos, es aconsejable cambiar a marchas cortas durante unos kilómetros para limpiar el filtro.
Algunos conductores experimentados pueden cambiar de marcha por el oído, sin necesidad de consultar el cuentarrevoluciones. Sin embargo, la elección correcta de la marcha depende de múltiples factores, como las condiciones de la carretera, la velocidad y la carga del vehículo.
Por suerte, muchos fabricantes incorporan sistemas de recomendación de velocidad que consideran tanto el consumo de combustible como las emisiones. Aunque estas recomendaciones son útiles, no siempre son definitivas, ya que la decisión final debe basarse en las circunstancias del tráfico.
