"Estoy verde, no me dejan salir / Estoy verde, no me dejan salir". La música de Charly García atronaba en el restaurante
Punta Recoleta de Vicente López cuando Mónica Cristina Rímolo comenzó a bajar las escaleras con los brazos cruzados y un par de esposas sobre sus muñecas, celosamente custodiada por Rafael León -dueño del lugar y amigo de Silvio Soldán- que estaba disfrazado de policía. Cuando terminó de bajar todos los peldaños, el encargado de quitarle el cerrojo de sus manos fue nada menos que un contrariado Fernando Burlando, el abogado que logró sacarla de la cárcel y al que la escena le hizo muy poca gracia. La representación fue el momento culminante del cumpleaños número 40 de Giselle, que empezó el sábado 25 de mayo a las diez y media de la noche y terminó el domingo pasadas las tres de la madrugada.
No fue la única sorpresa de un festejo en el que Rímolo intentó reírse de su desgraciado pasado tras las rejas de la cárcel de Ezeiza. Porque la doctora Giselle -como se la conocía en su clínica de adelgazamiento- anunció sin ponerse colorada que en pocos días más iniciará la carrera de abogada en la
Universidad de La Plata. Parece que la blonda novia de Silvio Soldán se fascinó con los entretelones y chicanas de su defensa, y apuesta toda su inteligencia a convertirse en doctora, aunque esta vez, en leyes. Tan entusiasmada está, que Burlando, además de regalarle un espectacular ramo gigante de rosas, le obsequió también un libro de gran utilidad para aquellos que dan los primeros pasos en las cuestiones del Derecho.
"Cuidado que Gisellita tiene dos años cursados en la Universidad de
Belgrano", agregó Julia, su mamá, después de brindar amplios detalles de lo buena alumna que era su hija, al menos en la carrera de Abogacía.
"Ahora quiero recibirme de doctora. Pero prefiero que hablemos después de que tenga el título en mis
manos", bromeó Giselle en obvia referencia a su controvertido diploma de Doctora en terapias alternativas que terminó depositándola casi seis meses en prisión.
Los gastos de la fiesta corrieron a cuenta de Silvio, que pagó veinte pesos por cada uno de los cincuenta invitados. Entre los más famosos estaban: Fernando Burlando y Gabriela, su mujer, Cacho Rubio y su hija Alejandra, Adriana Aguirre y su marido, Ricardo García, y por supuesto las dos consuegras de los enamorados: Tita y Julia -madres de Silvio y Giselle-. Otro de los que estuvo presente fue Cristian Silvio -hijo de Soldán y Silvia Süller- al que aprovecharon para festejarle su cumpleaños número 11, que había sido la semana pasada.
por Miguel
Braillard
informe: Darío Ríos
fotos: Album personal de Silvio Soldán
Seguimos juntos también en las malas".">
Pese a que son cada vez más firmes los comentarios que hablan de ruptura en la pareja, Silvio y Giselle se mostraron más enamorados que nunca: "Seguimos juntos también en las malas".
Para festejar su cumpleaños, Giselle lució una pollera y un top gamuzado, ambos de formas irregulares. Al llegar y al retirarse, usó un imponente tapado de Charles Calfun.
