Osvaldo Laport: "Tengo una asignatura pendiente con mi país" – GENTE Online
 

Osvaldo Laport: "Tengo una asignatura pendiente con mi país"

Tras más de dos décadas, el actor uruguayo retorna a escena con una de las duplas televisivas más aplaudidas de la ficción argentina: con Soledad Silveyra. Y en esta entrevista exclusiva con revista GENTE, que lo convocó para protagonizar la Tapa Digital Uruguay de febrero, hizo un repaso por su carrera y su vida privada.
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"Pasaron 19 años de no estar frente a una cámara y 24 que no hacíamos teatro juntos con Solita (Silveyra)", hace las cuentas Osvaldo Laport sobre el retorno de una de las duplas televisivas más aplaudidas en la historia de la ficción argentina.  

De la mano de la obra teatral La fuerza del cariño, el actor uruguayo y Soledad Silveyra vuelven a conquistar al público en calle Corrientes, y dejan en claro que su química sigue intacta, a pesar de los años que tuvieron que pasar para que el público pudiese volver a verlos juntos.

Laport, el eterno galán que supo trascender generaciones y hoy vuelve a protagonizar una historia de amor, compleja, con su compañera de Campeones de la vida y Amor en custodia, es el elegido de revista GENTE para ser la cara de la Tapa Digital Uruguay de la edición de febrero. Y en esta producción dio una entrevista exclusiva en la que habló de su vínculo con Solita, recordó sus inicios y reveló la asignatura pendiente que tiene con su Uruguay natal.

Osvaldo Laport es el protagonista de la portada digital de Revista GENTE Uruguay.

Sobre esa línea, luego de una charla relajada y sincera en medio de la sala del Multiteatro Comafi, donde Osvaldo se presenta de miércoles a domingos, el intérprete se entregó por completo y sacó a relucir con mucha gracia el personaje de galán con el que supo trascender la pantalla.

"Yo no me considero un galán", advierte Laport, mientras se pone en personaje y da inicio a la exclusiva producción de fotos de revista GENTE, donde tuvo más de 4 cambios de looks, mostrando distintos estilos en él: desde su costado más relajado y fiel a su personalidad, pasando por lo clásico y sofisticado, para finalizar con un look más canchero, dejando ver que no le tiene miedo a probar y aggiornarse.

Tras varias horas de shooting, hubo momentos para todo, y él aprovechó para recordar viejas anécdotas con las guardias que GENTE le hacía en las temporadas de verano en Mar del Plata. En tanto se mostró histriónico y divertido ante el fotógrafo y dejó ver su buen estado físico y energético.

Osvaldo Laport y Soledad Silveyra: una dupla con estelaridad garantizada

-¿Cómo llegó la propuesta de volver a trabajar con Solita? 

-La propuesta llegó en medio de otras, incluso una de ellas era una obra de teatro en España. Pero bueno, insisto con que todos tenemos un destino marcado y que hay que dejar que la vida fluya naturalmente. Yo estaba emocionado con esta obra de España, ir a hacerla allá y después traerla acá, pero de pronto llegó la propuesta de La fuerza del cariño, que es la que terminé eligiendo 

-¿Qué cosas influyeron en tu elección?

-Entre los puntos que tuve en cuenta para la decisión fue, obviamente, volver a estar con Solita. Una pareja, que siempre lo digo con total humildad pero que es un poco la realidad, siempre hubo una arenga desde el público, tanto nacional como internacional, de que volvamos a hacer algo juntos, que vuelva esta dupla potente. Ese fue el motivo más fundamental. Después, con el proyecto de España sentía que se estaba dilatando mucho y eso influyó también.  

En diálogo con revista GENTE, Osvaldo Laport reconoce que el retorno de la dupla que supo formar con Solita Silveyra se lo debe a su público.

-¿Qué sentiste al volver a trabajar con ella?

-Bueno, esa química que ustedes ven está incondicionalmente. Aunque te digo que no nos pudimos disfrutar en el periodo de ensayos, porque es tan compleja la puesta en escena, técnicamente hablando, y tan despojada de elementos, que nos fue difícil encontrar esa química durante los ensayos. Pero fue curioso esto, que en la lectura sí se daba, todo el mundo destacaba lo que nos pasaba mientras leíamos el guión. 

-¿Pero eventualmente, esto sigue siendo así o con el correr de la obra fue cambiando?

-Pasa que también, cuando ellos empezaron a ensayar yo tuve que hacer dos películas y cuando vine, vine a las corridas y tuve muy poco tiempo. A eso súmale que después vinieron las fiestas. Así que recién ahora nos estamos pudiendo disfrutar y sentir esta química. De hecho, hasta los colegas empezaron a comentarnos estas ocurrencias que empiezan a nacer entre nosotros. 

-¿Cómo es volver a trabajar con Solita?

-Volver a estar con ella siempre es una fiesta, porque más allá de los años que tenemos juntos, hay un respeto mutuo. Somos muy diferentes y al mismo tiempo tenemos muchos puntos en común. Creo que dentro de mi exigencia como profesional y la disciplina que pueda llegar a tener para el trabajo, Solita es mucho más que yo. Así que tenemos como en cualquier relación, altibajos emocionales, que está bueno que eso suceda porque sino sería una relación light, creo yo.

El actor uruguayo se encuentra en uno de sus mejores momentos y así lo demostró ante el lente de la cámara de revista Gente.

-¿Una anécdota con ella que tengas marcada?

-Me habían llamado de Cuba para hacer la primera versión, íntegramente cubana, del Che Guevara. Me convocan y me invitan, voy y me instalo como 15 días allá, entre reuniones, lecturas, y a la espera de una reunión con Fidel (Castro), porque se necesitaba su aval. Con el tiempo veo que no prosperaba y decido volverme. Y durante ese vuelo, que recuerdo, fue muy complejo por las turbulencias, y la gente rezaba muy nerviosa, yo veía adelante de todo una mujer con una capelina enorme que nunca se sacó. Y yo decía ‘quién es esa ridícula que viaja con eso’ (se ríe). Y quién era, Solita. A todo esto, nunca nos vimos. Vi que era ella cuando bajó pero nunca nos vimos. Un mes más tarde, me convocan para hacer Campeones, con quién: con Solita. Yo estoy muy convencido de que tenemos un destino marcado, siempre cuento que yo tengo como preavisos, señales que me manda la vida, y evidentemente esa era una señal (se tienta). 

-¿Cómo describirías el vínculo entre ustedes?

-Es una relación muy sabia y sana, no demandante. Una relación de amistad, de familia, para mi hija Jazmín, Solita es su mamá de ficción (se ríe). Tengo una relación como la que tengo con mi familia de sangre. 

-¿Y seguís en contacto con tus otras duplas televisivas?

-Sí, con todas me llevo muy bien y tengo una linda relación. Con Luisa Kuliok hicimos en plena pandemia una obra por streaming, Detrás del arcoíris. El primer espectáculo teatral vía streaming que hizo temporada, estando por dos meses todos los fines de semana.

Osvaldo deleita a su público con la obra: 'La fuerza del cariño' en el Multiteatro Comafi.

-¿Hay alguna dupla que te gustaría repetir en algún proyecto artístico actualmente?

-Mirá, la puerta siempre está abierta, pero de pronto me gustaría trabajar con gente con la que todavía no tuve la oportunidad. 

-¿Por ejemplo?

-Un Miguel Ángel Solá. Creo que tengo muchos puntos en común con él, en cuanto al trabajo, la disciplina y la interpretación…

El vínculo de Osvaldo Laport y su familia con el arte

De miércoles a domingos, el intérprete se presenta todas las noches en el Multiteatro Comafi junto a Soledad Silveyra, Julieta Ortega, Damián Iglesias y Dolores Ocampo.

-¿Qué recordás de tu primer contacto con el arte? 

-Yo tengo una imagen, en blanco y negro, donde yo era muy chiquitito, y estoy junto a uno de mis hermanos, y éramos público de un espectáculo teatral de mi otro hermano, y en el bolulú (tumulto) de gente están mis padres. Eso es lo que me acompaña históricamente, a donde voy me acompaña esa foto. Yo mamé eso. Mi hermano mayor hacía teatro vocacionalmente, al igual que mi viejo, en ese pueblo en el que nací. 

-Podemos decir que venís de una familia de artistas…

-Una familia enamorada del arte. Porque curiosamente mi otro hermano fue un gran escultor, cuyas piezas permanecen aún en alguno de los rincones del pueblo. 

-Y este amor por el arte se traslada a tu familia: tu mujer y tu hija…

-Con Viviana nos conocimos estudiando teatro, imaginate. Y la vida nos hizo transitar toda la vida juntos.

-¿Cuánto pasó hasta que formalizaron?

-Habrá pasado un año de coqueteo y acompañamiento, y de pronto surgió mi primer rol protagónico en Venezuela, y entonces le pedí permiso a los padres para que venga conmigo, y a partir de ahí no nos separamos más. Desde el '78 que estamos juntos, no habías nacido todavía (se ríe).

Durante la entrevista, Laport recordó a sus hermanos mayores, sus padres y habló de su matrimonio con Viviana Sáez.

-¿Qué te enamoró de Viviana?

-Me enamoró su ser mujer: su feminidad, su personalidad y evidentemente un sentimiento que nos une para siempre: nuestra hija Jazmín. 

-Que también es una apasionada del arte...

-Sí, actriz y cantante. Es tremenda la loca. Está haciendo su camino solita, tratando de romper con esto de ser 'la hija de'. Somos una familia de laburantes del arte, porque no vivimos en Hollywood, sino en una plaza muy pequeña donde la resiliencia es el pilar fundamental en cualquier trabajador del arte y en cualquiera de las expresiones. 

-Y en su camino artístico. ¿Sos de acompañarla o la dejás ser?

-Ahora está por lanzar su primer álbum musical. Pero cuando te digo esto de que somos una familia trabajadora del arte, en ese vínculo está el compartir todo y el consultarnos todo. El acompañamiento siempre está, tanto mío como el de su mamá. 

-Ambos apoyan…

-Sí, de hecho los primeros videos que hizo previos a la pandemia, fueron realizados en casa, yo le hice la puesta en escena y la mamá colaboró también con su arte. Es un laburo en comunión, en familia. 

Osvaldo Laport: "Somos una familia laburante del arte".

La asignatura pendiente de Osvaldo Laport y su Uruguay

-¿Qué se siente haberte ganado en Argentina el respeto de tus pares y el cariño del público?

-Mirá, este año cumplo 20 años como embajador de buena voluntad de la ACNUR. 20 años donde he viajado por el mundo conociendo crisis humanitarias, algo que tiene mucho que ver con esto que te decía del destino marcado. Porque cuando yo era muy chico, mi vieja siempre contaba que yo le decía que quería tener una gran goma gigante para borrar los límites entre los países. Claro está que la camiseta charrúa la tengo, aunque siento que tengo una asignatura pendiente con Uruguay.

-¿A qué te referís?

-Hay una asignatura pendiente con mi país. Porque me encantaría hacer algo en el y todavía no lo he logrado. Es muy curioso.

El actor le confesó a GENTE que nunca pudo concretar ningún trabajo en Uruguay.

-¿Nunca hubieron charlas o propuestas?

-Las veces que han aparecido algunas posibilidades, de inquietud, de alguna convocatoria, así sea para una publicidad, no prospera. No prospera. A veces siento como que no está ni el interés, como para decir negociemos. 

-¿Te consideras cercano a tu país?

-Obviamente que más allá de los años, que son muchos más los que viví en Argentina que en mi país, escucho una cuerda de tambores y lloro. Escucho el himno nacional y me emociona. No sé tomar mate si no es con hierba uruguaya (se ríe). Yo estoy orgulloso de ser charrúa.

"Soy un romántico empedernido y muy enamoradizo"

Osvaldo Laport: "No me considero un galán. El galán es un personaje".

-¿Cómo te llevas con las nuevas modalidades y los cambios generacionales?

-Sería poco inteligente de mi parte renegar de algo que uno tiene que aceptar y entender. Y al mismo tiempo agiornarse. Envejecer con sabiduría. 

-Bueno, te pasaría a vos cuando eras joven…

-Claro. Yo recuerdo cuando era muy joven, en la edad del pavo (se ríe), y pasaba esto mismo, sus diferencias. 

-¿Cómo te aggiornaste?

-Empecé a escuchar a las nuevas generaciones. A mi hija, mis sobrinos, a los hijos de mis amigos. Esto de los memes, lo llegué a entender, y de hecho hasta vi con buenos ojos si mi imagen servía para pequeños nuevos emprendedores vender remeras o cositas así. 

-¿Cómo te llevas con las redes?

-Muy bien. Me aggiorno día a día. Trato de aprender, porque no dejé de ser una herramienta de laburo. 

-¿Sos romántico?

-Sí, soy híper romántico. 

-¿Desde siempre o los años te fueron haciendo romántico? 

-Desde siempre. Inclusive, me lo permite incorporar en los diferentes personajes que interpreté a lo largo de mi carrera. 

En víspera de San Valentín (fecha en la se realizó la producción), el actor reconoció ser una persona enamoradiza e híper romántica.

-Entonces, incorporabas un agregado romántico siempre…

-Claro. De repente iba y le comentaba al director que quería regalarle un chocolate o unas flores a mi compañera de ficción durante la escena y sorprenderla, tener esto espontáneo, y eso es romanticismo…

-¿Y en tu día a día?

-Lo hago en mi vida todo el tiempo. Soy de levantarme e ir a buscar las flores de turno en el jardín de casa y llevárselas a mi mujer. Y cuando vivía mi hija con nosotros a ella también.

-La espontaneidad como premisa siempre…

-De pronto ayer, estaba a solas con mi mujer, fue mi único día libre, y yo que disfruto mucho de estar en mi casa, estaba limpiando la pileta mientras escucha música…

-¿Qué escuchabas?

-A mí me encanta la música, escucho de todo. Pero le doy privilegio al jazz y al clásico. Ayer escuchaba jazz, desnudo (se ríe), y fui a buscar a mi mujer y nos pusimos a bailar en el jardín. 

-¿Mantenés viva la chispa y esa energía de eternos novios? 

-Creo que está en alimentarla día a día. Yo no me veo viviendo solo, creo que nací con esta idea del compartir. Creo que la vida tiene un solo objetivo: acompañarnos y compartirla. Y mucho más si hay ingredientes que todavía se pueden redescubrir. 

"Anoche estaba limpiando la pileta de casa desnudo, y al ritmo del jazz, saqué a bailar a mi esposa en el jardín", recuerda Osvaldo en detalle, su último acto de romanticismo.

-¿Qué te pasa con las nuevas modalidades o dinámicas de parejas? 

-Cuando escucho esta costumbre de dormir separados, en camas diferentes, pienso en cómo se pierde el tiempo y como se pierden posibilidades. Porque así estés cansado o energéticamente a contrapelo de tu pareja, si tenés la posibilidad de compartir esa cama, está la posibilidad de un encuentro sorpresivo que acorta un posible enojo, tener un reencuentro o avivar una chispa…

-¿Siempre estuviste de novio? ¿Te considerás enamoradizo?

-Sí, siempre. 

-Hablas mucho de la piel, y no tenés drama con la desnudez… ¿Te consideras una persona coqueta? ¿Te gusta cuidarte?

-Bienvenido sea. Pero no solamente por coqueto. Todos tenemos una cuota de narcisismo, que cuando te ponés frente al espejo te gusta verte bien. Y mucho más cuando tenés una relación de muchos años, porque ella (su esposa) también hace lo mismo. Creo que no deja de ser una actitud sabia de alimentar la relación. Porque son como pequeñas inyecciones de seducción…

-¿Cómo es tu estilo de vida? ¿Sos de controlar las comidas o tu estado físico?

-Sí, tengo muchos cuidados en cuanto a mi vida y en la alimentación. Pero desde el hecho de que ya reconozco qué me cae mal y evito pasar por esa situación. Igual te digo que yo sería un gordito feliz, porque soy exagerado: en un asado te como papas fritas hasta más no poder, o si abro un vino, no me tomo uno, me tomó dos, y así con un sinfín de cosas, y lo disfruto y soy feliz, pero después estoy 3 días mal…

-Y ahí es cuando pasa a afectar en lo laboral…

-Exactamente. Además, también sé que cuando hay una responsabilidad que tiene que ver con el trabajo, mi entrega y mi amor y respeto hacia el público, lo quiero hacer bien. Porque también sé que el público viene a ver a ese galán.

El artista cuida tanto su interior como su imagen: busca sentirse bien y dar lo mejor de sí en el escenario.

Osvaldo Laport, el eterno galán que nunca se sintió uno

-¿Te considerás un galán?

-El galán fue un personaje. Yo no soy galán, no me considero galán. Me considero un actor que trasgrede y que rompe estructuras.

-¿Cómo te llevás con el envejecer?

-Hay que saber envejecer con sabiduría. No tengo problemas con sumar años. El amor nace desde uno y para uno, si vos no estás bien, tu entorno afectivo no lo va a estar tampoco. 

-Y en cuanto a tu hija. ¿Sos un papá celoso?

-No, para nada. Para que tengas una idea, soy de llevarle el desayuno a la cama a los dos. 

Osvaldo mantiene un vínculo súper estrecho con su hija y asegura que no es celoso.

-¿Cómo es tu relación con Jazmín?

-Históricamente, con Jazmín tenemos un diálogo muy adulto. ‘Papá, ¿qué es el esperma?’ me lo preguntó a los 7 años. Estoy muy calmo con mi hija, por su cabeza y su sabiduría. 

-¿Qué sentís que te queda pendiente?

-Con todo respeto: decir si tengo algo pendiente es como decir que ‘ya estoy viejo’ (se pone en personaje y se tienta). Voy a morir arriba de un escenario o delante de una cámara. Siento que no tengo nada pendiente, creo que sí tengo un mismo deseo, que es el que tuve desde que dije que quería ser actor y vivir de esto. Y es que pueda seguir viviendo del arte.

Fotos: Chris Beliera

Filmmaker: Ramiro Palais y Rocio Bustos

Producción y Estilismo: Caro Gagliardini

Dirección creativa: Sebastian Vaca Mur

Make up: Damian del Corral

Marcas: Bowen, Oggi Zapatos

Osvaldo Laport: "No le tengo miedo al correr de los años. Hay que saber envejecer con sabiduría".

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